JORNADA NEGRA (J11)

La jornada 11 ha sido una jornada negra para los intereses de Gaztelueta Fútbol Sala.

El JUVENIL perdía estrepitosamente en la mañana del sábado ante el TECUNI BILBO (9-0). Los bilbaínos demostraron su gran potencial, si bien los nuestros se lo pusieron en bandeja ofreciendo un cúmulo de despropósitos en el que fue, de largo, el peor partido de la temporada.
Mala defensa, mala presión, 0% de posesión de balón... Un partido para olvidar... ¿o más bien para reflexionar?

El SENIOR necesitaba una victoria pero se encontró con la vieja historia de siempre. Una mala primera parte, en la que el LEIOA IBARAKI, con muy pocos argumentos, se adelantó en un balón largo. Carlos empataba pero antes del descanso en dos jugadas calcadas a la del primer gol los locales se ponían 3-1. A la vuelta de vestuarios, gran mejoría, muy buena segunda parte, y con un hat-trick de Jonathan se le daba la vuelta al marcador. Pero en el último minuto un error en el marcaje propiciaba el empate. 4-4 y la cara de bobos de siempre.

Finalment el CADETE también cayó ante el líder invicto, el FS CASTRO URDIALES. (2-4) En un partido muy similar al que les enfrentó al Bilbo, los cadetes perdieron la cabeza y se les fue el encuentro en la primera parte. Se salió a presionar pero, hubo varios errores que permitieron al Castro meter dos goles. Entremedias, Gabriel Esteban metía el 1-1 de falta. Entonces se pasó a una defensa más relajada y el Castro anotaba el 1-3 con fortuna en un rebote, si bien es cierto que en esos minutos Alfonso hizo paradas de mucho mérito. Pero los nuestros estaban desquiciados, desordenados, y fuera del partido.
En la segunda, el Castro se quedaba con 4 en una decisión incomprensible del que sin duda es peor árbitro de todo el Colegio Vizcaíno. Pero más incomprensible fue que en superioridad los rojillos anotaran el 1-4. Después se acortaron distancias por medio del propio Gabriel Esteban, y se gozó de ocasiones para empatar, pero esta vez el 2-4 no se movió.
Queda la sensación de que se pudo hacer más, pero se perdió la cabeza. Ahora, a levantar el ánimo.
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